Hoy me apetecía pasear, caminar entre arboles y hojas secas.
Y me apetecía que formaras parte de ese paseo, así que
después del mensaje que te envié a primera hora, preparaste un improvisado
picnic para irnos a aquella área recreativa que tanto nos gustaba.
Cuando llegaste a recogerme, tus ojos se fueron directos a
la pequeña maleta que me acompañaba. Si…
Sin duda sería algo más que un día por la naturaleza.
En el coche, entre risas intentabas sonsacarme sobre el
contenido de la bolsa, aunque sabias perfectamente que no ibas a obtener
respuesta.
Al llegar a nuestro pequeño lugar, nos dimos cuenta de que
no había ningún coche en el aparcamiento….
Nos bajamos del coche y dimos un paseo rápido antes de
comer.
A pesar de estar solos, elegí una de las mesas más lejanas,
rodeada de muchos árboles y me senté mientras ponías la mesa y sacabas la comida.
Esperé observando como cuidabas cada detalle. A pesar de
haber sido algo improvisado no faltaba nada y una vez más me sorprendías para
bien.
Y por fin… cuando te disponías a sentarte a mi lado, te pedí
que te quedaras quieto y me levanté…
Me encanta ver esa mirada de desconcierto, en el momento en
el que te das cuenta de que ya nada iba a ser como te imaginabas…
Me acerqué a ti, y bese tu cuello. En ese instante sentí
como comenzabas a estremecerte…
0 comentarios:
Publicar un comentario